TU ROSTRO MAÑANA
Tu rostro mañana, Javier Marías, autor que explora en todas las direcciones y hasta sus consecuencias extremas, dentro de la esfera pública y en la esfera privada, en tiempos de guerra y en tiempos de paz.
La ambigüedad humana es el mayor interés, tiene una relación con las historias de Shakespeare.
La ocasión es una cena fría que el anciano profesor ofrece en su casa, un fin de semana, y el trámite es el influyente. Pero por si no bastara, Trupa se expresa evasivamente como el anfitrión. En medio de la cómica palabrería de los huéspedes, entre los cuales se distingue el tosco agregado de la Embajada española, Rafa de la Garza, los dos personajes que hablan con rodeos y desvíos hacen caer en el anzuelo l narrador, tan dado a atar cabos. La argumentación alusiva, la cita parcial, la media confidencia concitan su ansia de indagar. En campo de la pasión, que a diferencia del raciocinio condensa y desborda, no esgrime causas, desgrana tragedias con el alma en vilo, mostrando a cada paso una gran dificultad para decidir en qué consiste la justicia. El narrador limpia la mancha una y otra vez, pero no consigue borrar su huella, donde podría anidar una historia. El miedo es fértil y hechicero, fabrica intimidaciones que estremecen. Se trata de dos episodios que Marías considera un préstamo hecho al arte de noveleria que, por lo tanto, han de leerse como literatura si bien están sacados de la historia de su familia.
A gran escala , no difiere mucho el potencial explosivo de Tu Rostro Mañana, que enseña cómo en el interior del sistema democrático se accionan dispositivos ilegales de dominio y represión. El mal campea porque el bien se ha deteriorado en todos los ámbitos, públicos y privados. Los valores que parecían irrenunciables se profanan por la convivencia de víctimas y verdugos. Ni los traicionados son totalmente inocentes, ni los traidores son totalmente culpables, enredados a unos y a otros en una telaraña de arbitrios.
Marías al regresar de su viaje actúa como un hombre que sabe lo que quiere y se despide de el antiguo hombre que era antes.